Impulso
septiembre 23, 2021
Llegaste con el rostro cansado, la voz bajita, los ojos cayendo; y hablabas con la historia a cuestas, sin adornos, en un relato de tus días solo; y yo quise abrazarte lento, despacio y con cuidado, con la piel a tu lado sin romper en palabras ni alterar el ritmo de tu corazón; eres un personaje de cuento.